El tiempo en la piscina puede ser uno de los más divertidos y que más disfrutan los niños y niñas (*). Y uno de los más peligrosos si no se toman las precauciones del caso.
Aunque todo adulto conoce bien los riesgos, a veces no tomamos todas las precauciones simplemente porque no pensamos en ellas.
Un accidente en una piscina sucede rápidamente, en cosa de 2 o 3 segundos. La diferencia entre la vida y la muerte puede estar en acciones que tal vez no hayamos pensado.
Aquí algunos consejos que podrían hacer esa diferencia:
Hable con sus niños:
Algo que podría parecer obvio, a veces no lo es. El que un adulto tenga un conocimiento sobre qué es peligroso, y parezca incluso tonto no identificarlo, no significa que sea obvio para un niño. Muchos riesgos son la conclusión de la experiencia de años… justamente aquello de lo que carecen los menores.
Es muy importante saber que lo “obvio” para un adulto no lo es para los niños. Esto que parece imposible de no tomar en cuenta, para ellos carece de significado porque no tienen la información ni la experiencia. Es buena idea hacer un listado de los elementos riesgosos y pedirle a su hijo que lo repita y que señale con el dedo a la parte de la piscina donde se puede dar el problema, para asegurarse de que comprende.
No use su teléfono:
Josh Rowland, de la Cruz Roja, resume lo que sucede a menudo: “Los padres y madres le dicen a sus hijos que se queden en la parte baja, y luego se meten en sus teléfonos”.
Todos creemos que podemos entrar cinco segundos al celular y luego revisar que los niños estén bien. Lo que no sabe la mayoría de los adultos es que esos 5 segundos pueden ser el disparador de un tiempo mayor en el que nos perdemos en el teléfono y desconectamos con la realidad. Este tiempo podría ser de muchos segundos más, suficiente como para que pueda suceder un accidente.
Considere siempre clases de natación:
El saber nadar es una de las grandes armas que tienen los niños contra situaciones en las que su vida podría correr peligro. En algún momento de sus vidas podrían encontrarse de frente con esta necesidad.
Según la Academia Americana de Pediatría (AAP) lo ideal es que los niños tengan un acercamiento al agua y la natación entre los 1 y 4 años, aunque el tiempo correcto depende de cada individuo, según su situación física y emocional, aclara el Dr. Ben Hoffman, asesor de la AAP.
Tenga siempre un plan de emergencia:
En Vacacionando mantenemos estrictas normas de seguridad, por lo que este punto es más enfocado en experiencias que pueda tener en otros lugares de recreación o en su propio hogar, en caso de tener una piscina.
Siempre es útil tener un plan de emergencia. Adicional al acceso telefónico al 911, es conveniente tener a mano información sobre ayuda local más cercana y rápida, así como tener conocimiento básico de primeros auxilios y cómo tratar estas situaciones. Una investigación rápida en YouTube de fuentes confiables, pese a no ser de ninguna forma información que pueda ser tomada como profesional y lejos de ser un curso oficial sobre la materia, podría ayudar más que el no saber sobre primeros auxilios.
Si tenemos un plan de emergencia, evitamos improvisar en situaciones en las que cada segundo cuenta.
o dependa de los flotadores:
Es cierto que las tablas flotantes, los tubos de espuma y flotadores personales ayudan a que los menores puedan estar más seguros. Pero también debemos considerar que esto no es garantía de que un niño, por sus habilidades motoras y desconocimiento de los peligros, puedan soltarlos o que estos puedan resbalarse y dejar al niño desprotegido. No considere a los flotadores como una garantía de seguridad, lo mejor es comportarse como si no se estuvieran usando, manteniendo las mismas precauciones que si no se tuvieran.
En conclusión, las piscinas son un espacio de entretenimiento que pueden darnos muchos recuerdos y alegrías con seres queridos, pero en el caso de niños pequeños es vital mantener un nivel de atención permanente.
Siguiendo estos consejos, y sabiendo que estos son solo algunos puntos básicos y que lo más importante es mantener la atención constante e ininterrumpida, podrá estar más seguro y disfrutar más con los suyos.
(*) Hablaremos de niños como forma convencional de incluir a niños y niñas.